Soplidos de amor

 

Momentos de tristeza y horas de alegría

van marcando el reloj en la noche y el día,

el tiempo no regresa, se escapó y ya se fue,

lo encuentro en mi cabeza y no sé bien por qué.

 

No se ha muerto, quizás, tan solo se ha dormido,

es el sueño que hoy desentierra el olvido,

escuece en las entrañas esta herida abierta,

si estaba dormida ¿por qué ahora se despierta?

 

Viendo llegar las olas se comprende mejor

que ruedan y se enredan como hace el amor

y aunque se desvanecen al llegar a la orilla,

los árboles más grandes acaban en astillas.

 

Porque es triste pensar que no te pueda amar

y aquello que se fue no pueda regresar,

aunque calmes tus penas y las riegues con vino

nunca conseguirán que cambie tu destino.

 

Tu amor es como el aire que todos suspiramos

que si falta o se extingue, todos nos asfixiamos

y si desparece, no lo toque o no encuentre,

no importa porque existe, así es como se siente.

 

Se fue mi amor y vi cómo daba la espalda

dejándome los rizos que iba haciendo su falda

y mientras se marchaba, me grabé su mirada

en paredes del alma, la dejé tatuada.

 

No estoy triste por ti, ni porque te alejaras,

han pasado los años y no enciende mi llama,

aún sigue sin arder, continúa encandilada

de un amor que se fue y nunca dijo nada.

 

 

2 Respuestas a “Soplidos de amor

  1. Juan, entre soplidos de amor anda la vida en su curioso andar…
    y a pesar de que no sean eternos, nos atrapan en la eternidad de los sentimientos
    para que los podamos atesorar y dar gracias por haberlos vivido.

    Un tierno abrazo

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