Sin zapatos

 

Eremita de pábulos sin visera

con botavaras carnales de deseo,

subyugante con tu mirada en ristre,

regalando el beso de la vida.

 

En tu regazo umbrío y tortuoso

juega el intrépido sueño despertado,

con tus manos nervudas y tostadas

lanzas adioses que persuaden.

 

Adalid de esperanza en tu memoria

de fatuos impresos en tu mente,

ostensible, te adornan las palabras,

eres rebelde y pasajero de la tinta.

 

Inexpugnable, serio y arrugado,

encoges tu poder fortalecido

por murallas de acólitos y fieles,

eres vivaz, inteligente y astuto.

 

Recorrido de onomatopeyas silentes

en el rio sideral de letras de libro,

saltas obstáculos arrebatando consejos,

ganador, héroe de tu destreza.

 

En la “jaima” enterraste tu misterio

ensalzando el ego que perdiste,

eres un fragmento de un retrato,

un olvido, alguien que pasó el rato.

 

Braceabas dirigiéndote a la turba,

eres pecado o solo la distancia,

en el vaivén que explica la caída

de alguien que cayó en desgracia.

 

Soplidos de amor

 

Momentos de tristeza y horas de alegría

van marcando el reloj en la noche y el día,

el tiempo no regresa, se escapó y ya se fue,

lo encuentro en mi cabeza y no sé bien por qué.

 

No se ha muerto, quizás, tan solo se ha dormido,

es el sueño que hoy desentierra el olvido,

escuece en las entrañas esta herida abierta,

si estaba dormida ¿por qué ahora se despierta?

 

Viendo llegar las olas se comprende mejor

que ruedan y se enredan como hace el amor

y aunque se desvanecen al llegar a la orilla,

los árboles más grandes acaban en astillas.

 

Porque es triste pensar que no te pueda amar

y aquello que se fue no pueda regresar,

aunque calmes tus penas y las riegues con vino

nunca conseguirán que cambie tu destino.

 

Tu amor es como el aire que todos suspiramos

que si falta o se extingue, todos nos asfixiamos

y si desparece, no lo toque o no encuentre,

no importa porque existe, así es como se siente.

 

Se fue mi amor y vi cómo daba la espalda

dejándome los rizos que iba haciendo su falda

y mientras se marchaba, me grabé su mirada

en paredes del alma, la dejé tatuada.

 

No estoy triste por ti, ni porque te alejaras,

han pasado los años y no enciende mi llama,

aún sigue sin arder, continúa encandilada

de un amor que se fue y nunca dijo nada.

 

 

Más allá del mar

 

¿Qué buscas en el mar amigo mío?

si en el fondo es oscuro y frío,

si sus olas arrancan las rocas,

si te traga como traga una boca.

 

El horizonte es una línea que no atrapas,

su movimiento te mece y te adormece,

su color se lo roba al cielo,

es tan inmenso que parece que crece.

 

Y tú quién eres en un punto del mar.

¿Piensas que la vas a encontrar?

Si no lo crees, deja de ya de buscar

que tu lucha está en otro lugar.

 

Busca en tu alma, en tu voz interior,

ni siquiera tienes que viajar,

es más fácil encontrar tu razón,

solo espera a escuchar para amar.

 

Mi secreto en los momentos tristes

para salir de la zozobra que ahoga,

es pensar que mi fuerza resiste,

no me matan si aprieta su soga.

 

Yo soy yo y mi energía vital

la que puede lograr, alcanzar,

objetivos que nunca escribí,

ni misiones en que voy a triunfar.

 

 

 

Joven amor

Arrojaré de mí

la duda de quererla

porque un amor tan joven

no entiendo que me ame

pero yo puedo amarla.

 

No quiero enamorarme

pero en mi serenidad

puedo asegurar que me gusta,

siento su intensidad

lo noto y me preocupa.

 

No quiero enamorarme

aunque en verdad sí quiero,

pero la edad sí importa,

un amor verdadero

viviendo por su boca.

 

Las emociones puras

siempre son para bien

y si piensas en ellas,

esbozas la sonrisa

sintiendo por su piel.

 

¿Será solo deseo?

Todo pudiera ser

pero este sentimiento

de hombre por mujer

es algo más que eso.

El beso olvidado

 

 

Mi llanto moja la tumba de tus besos,

esos que me hicieron cerrar los ojos

tantas veces, que se grabaron en mi alma

y hoy solo quedan sus despojos.

 

Mis lágrimas inundan esos momentos de pasión,

fueron bellos pero ahora son heridas,

el recuerdo no me lleva a ninguna parte

y al abrir mis ojos encuentro una cuchilla.

 

Sangré pero solo veo espectros,

fantasmas que respiran en la noche,

gases que aniquilan lo perfecto,

mentiras que se ahogan en reproches.

 

Fui espectador de tu cobarde agonía,

trituraste los recuerdos de mi alma,

la sentí tan solitaria y fría,

que se hace amiga de quien no ama.

 

No te comprendo y no quiero comprenderte,

mi camino no espera tus espaldas,

mi mirada ya no lucha por verte

ni mis manos rebuscan en tu falda.

 

Lastimaste la superficie de mi piel,

gélida capa que silueteó mi amor,

hoy soy oruga en cuerpo de mujer,

seré mariposa jugando en una flor.

 

No me verás y eso es tu castigo,

soy fénix y renacen mis cenizas,

tu traición nos hizo enemigos,

mi rencor es soga corrediza.

 

Hoy es mañana y vuelvo a despertar,

mis ojos limpios brillan de alegría,

es el amor escondido en una esquina,

tú no eres nada, soy yo lo que quería.

 

Bienvenida

Escribiré este poema

para dar la bienvenida,

a los que nunca se fueron,

a mis amigos y amigas,

a los que vuelven distintos,

a los que cambian su vida,

a aquellos que me quisieron

a los que nunca me olvidan,

a amores del amor,

a este amor que me mira,

y juega en mi interior

cuando piensa en tu sonrisa.

 

Bienvenida, corazón,

ángel de mis maravillas,

reina de rayos de sol,

princesa de mis poesías,

a la que escribo mi amor,

versos que en ti son semillas,

agua fresca en el calor,

nieve bailando en Sevilla,

el perfume de una flor,

un ser lleno de alegría,

de tan bendito candor

que por ti me moriría.

 

Bienvenida a este rincón,

jardín de rosas azules,

donde habla el algodón,

cuando te roza en las nubes,

con un infinito amor

en un manto que te cubre,

tejido con estas manos

y luz para que te alumbre.

Somos tú y yo la fusión

de almas enamoradas,

notas de alguna canción

que suena bajo mi almohada.

 

Bienvenida por ser fiel,

por ser un alma y amiga,

porque yo siento tu piel

pues habla aunque nada diga,

eres del árbol las hojas,

del rocío lo que más brilla,

de las estrellas la luna

acompañando mi silla,

eres salero, muchacha,

joven, amante y chiquilla,

la locura de un poeta,

alma que grita y no chilla.

Buscando el amor

Buscando el amor

Se le acabaron los poemas al poeta,

tendrá que sufrir o tendrá que llorar,

sus emociones olvidó en una cuneta,

tendrá otra vez que volverse a enamorar.

Busca la musa que se instale en tu cerebro,

a esa mujer que te vuelva a hacer soñar,

la que no olvide y sea un amor eterno

aunque se marche siempre puedas recordar.

Hombre poeta aparece tu sequía,

falta en tu vida el amor de una mujer,

al menos pinta y muestra tus fantasías,

así algunas te pueden conocer.

Escribe versos echándola de menos,

llamándola para que vuelva aparecer,

envía cartas aunque sea al extranjero

de lo que amas y deseas ese querer.

Porque tus versos sin duda enamoran

y conmocionan en el alma sus paredes,

abriendo el corazón cual flor aflora

y llama al amor de las mujeres.

Escribe amigo y no hables de soledad,

solo de alguien que compartirá tus horas,

en tus sueños podría ser real,

si la deseas, tú dile que la adoras.

Con esa forma encantadora en que te expresas

con esos ojos que regala tu mirar,

con la sonrisa que sacas de lo más hondo,

de tu ternura ¿quién no se va enamorar?

No deshojes margaritas si te quiere,

las flores nacieron para vivir,

igual que el alma ¡Ayúdala si se esconde!

Y déjala en su forma de sentir.

Con tu cariño y simpatía es suficiente

con lo que emana y brota de tus ser,

no la busques porque está entre la gente

y cuando brille podrás saber quién es.

Porque el amor de tu vida es una estrella,

un corazón errante como el sol,

una persona que lleva su belleza

en un cofre escondido en su interior.